lunes, 8 de agosto de 2011

10 PEQUEÑOS SECRETOS PARA MANTENER EL ORDEN

El proyecto “OPERACIÓN RESCATE” ya estaba en marcha. Aquel 30 de agosto de 2010 había tomado la decisión de cambiar mi vida, dejar los “malos hábitos alimenticios” y empezar de apoco a recuperar la línea, ingiriendo comida sana para darle a mi cuerpo una mejor calidad de vida.
El trabajo no iba a ser sencillo, muchos años de sobre excesos y despreocupación por mi apariencia física y mi estado de salud; aunque si me permiten un consejo, cuando hablo de apariencia física, este es el aspecto que menos tienen que temer, ya que uno es como es, pero la realidad indica que “la gordura” trae aparejado la desprolijidad, la falta de interés por vestirse bien y se termina convirtiendo en una inmensa bola de nieve imposible de dominar.
Antes de empezar la dieta no me interesaba comprar ropa, si cambiaba el vestuario era en una ocasión especial como mi cumpleaños o algún regalo para navidad, no pasaba por los probadores ya que nada me motivaba, sinceramente NO ME IMPORTABA VERME BIEN.
Lo raro era que al mismo tiempo que pensaba esto último, en mi interior me preguntaba que era lo que tenía que suceder para bajar la panza, no ocupar tanto espacio en el subte, por ejemplo.
Se me venía a la cabeza alguien que una vez me había dicho: “Cuídate, los kilos después de los 30 años no se bajan más”, y esa frase la castigaba o acompañaba con comida excesiva en calorías, como ser milanesa napolitana con papas fritas, alfajores y todo tipo de comidas grasosas y en gran cantidad.
En ese entonces tenía 33 años, de los cuales no fui gordo en todos los años, tuve muchos intentos y algunos logros, pero ninguno pudo perdurar en el tiempo. Justamente de eso se trata todo esto: cuando uno toma la decisión de empezar a cambiar su vida para cuidarse, sabe que de alguna manera se esta “casando” con el tratamiento, como lo dijo mi nutricionista en la primera sesión.
Sí, leyeron bien, digo sesión porque de eso se trata, si el especialista que nos asesora, no tiene un nivel pedagógico importante es posible que nuestro intento quede en el camino.
La gente que sufre este tipo de enfermedades (la obesidad esta reconocida como una enfermedad), necesita de la contención y el apoyo psicológico de un profesional, más allá de que nos enseñen a alimentarnos correctamente, necesitamos las “palabras”. Alguien que nos diga lo que tenemos que hacer. Cuales son sus beneficios, cuales sus desventajas.
Todo funciona como un gran sistema, en donde los diversos factores están separados pero a su vez relacionados. Por un lado el especialistas y sus palabras justas para guiarnos en esta lucha, por otra parte, la comprensión y el entendimiento para que nuestros hábitos alimenticios no se esfumen en una fracción de segundos (es imposible que cambiemos radicalmente de hábitos, el trabajo es el parecido al de una hormiga, cada una cumple su función y esta minuciosamente estudiado hasta el último detalle), la voluntad del interesado y principalmente, el COMPROMISO, ya que como dije en otros testimonios, la ayuda profesional puede estar, pero abarca una hora de los 14 días y 23 horas que estamos solos tomando nuestras propias decisiones, por lo cual sino se toma verdadera conciencia de lo que se esta haciendo el trabajo resulta inútil e improductivo.
 A lo largo de mi vida, tuve muchos intentos por adelgazar, pero llegaba a un ponto en donde la rutina me ganaba y empezaba a comer de nuevo aquellas comidas grasosas y fritas, esto sumado a la tendencia que mi cuerpo tiene para engordar es una bomba letal que SI NO SE CONTROLA...EXPLOTA!!!
Me acuerdo que cuando estaba en el peor momento d mi vida (en cuanto al cuidado de las comidas) desayunaba alfajores triples y merendaba media lunas (5 mínimo), chorípan acompañado con papas fritas en alguna parrilla cercana o panchos con papitas arriba; esto era casi todos los días y me falta mencionar las empanadas o los ¼ de helado que me compraba camino a casa para que me hiciera compañía; obviamente que después no dejaba de merendar y cenar.
Es por eso que quiero dejar expresado en esta columna, en mi modesta opinión, algunos secretos que me sirvieron para mantener el orden y el compromiso, pero hay algo que tengo que aclarar y lo voy a ser cada vez que tenga la oportunidad: DE ESTA ENFERMEDAD NOS TENEMOS QUE CUIDAR SIEMPRE!!! NO EXISTE TOMARSE UNA PEQUEÑA LICENCIA PORQUE ES AHÍ DONDE PERDEMOS EL HILO CONDUCTOR Y NOS SALIMOS DE LA CARRETERA, PARA VOLVER AL LUGAR DE ORIGEN.

1)  Estar comprometidos con la causa (saber que esta decisión requiere sacrificio, prohibiciones, y un trabajo a tiempo indeterminado)

2)  No confundirse con que para adelgazar alcanza con comer ensaladas y reducir la cantidad de comidas
   (por el contrario, es aconsejable comer más veces al día, tomar mucho líquido, y controlar las porciones)

3)   No pensar que con ir al gimnasio alcanza. Si empezaste una dieta porque estas gordo, probablemente te cueste ir al gimnasio, tener la rutina de hacer actividad física en forma frecuente. La gordura y la actividad física no siempre van de la mano (en mi caso no empecé yendo al gimnasio simplemente camine algunas cuadras por día, sabía que si mi obligación iba a ser tener que ir a algún lugar para gastar calorías no lo iba a lograr).

4)   Al principio no hice desaparecer ningún alimento, me concentre más en la cantidad de las porciones, agregue dos colaciones y tome mucho líquido, siempre con la mente puesta en la balanza de la nutricionista y con un objetivo claro: en cada sesión pesar un poco menos, aunque sea 100 grs en quince días, la idea era no sobrepasarse y seguir descendiendo de peso.

5)   En mi caso en particular, lo que me resulto fue comer al mediodía (en el trabajo) porciones de tarta (por lo general una) de berenjena o zapallito, además de otros alimentos como pollo con pure de calabaza y ensaladas varias, esto te permite controlar la porción, pero para ello es fundamental no saltearse ninguna comida, en cuanto pasa mucho tiempo sin comer podemos pensar con hambre y es ahí donde cometemos los excesos.

6)  Tal vez este punto no se vea en el futuro inmediato, pero les aseguro que cuando empiezan los primeros descensos de kilos, van de apoco cambiando el talle de la ropa, van adquiriendo ese interés por comprar prendas nuevas porque cuando son gordos prefieren la vestimenta holgada, en cambio, cuando el cuerpo se les va transformando recuperan el gusto por el buen vestir.

7)  NUNCA todo esta perdido definitivamente, ese es un gran error que solemos cometer los que estamos en tratamiento: pensamos que por sufrir un “atracón” de comida ya nada vale la pena…GRAVEEEEEEEEEEEEEEE ERRORRRRRRRRRRRRRRR!!! Pensemos que nosotros venimos acostumbrados a no cuidarnos en las comidas, por consiguiente puede suceder que de tanto en tanto, nos veamos tentados por comer algo que nos gusta mucho y que ahora por la dieta no podemos. La ventaja que tiene esto es que siempre da revancha y de manera inmediata. A mi me paso que después de una “comilona” sabía que tenía que cuidarme los días anteriores y posteriores para equiparar la “balanza imaginaria” y así poder darme esos pequeños gustos, ya que nada es definitivo y nada desaparece para siempre.

8)  Ser concientes que la milanesa a la napolitana, la provoleta, las medias lunas, la manteca, las papa fritas, el dulce de leche, el chocolate, entre otros alimentos riquísimos, no van a dejar de existir; depende de nosotros el uso que le demos y la frecuencia que consumamos de ellos.
    
9)   Los alimentos que a mí me sirvieron de gran ayuda en este viaje sin retorno que decidí emprender el 30 de agosto de 2010 fueron: las barritas de cereales, la leche descremada, las porciones de tartas, las ensaladas coloridas, la fruta, y las pastas (servido en un plato de postre). 

10) Otro de los puntos fundamentales y el último de esta serie de consejos, es donde nos servimos la comida. En cada hogar la vajilla es diferente, si los platos son muy pintorescos y coloridos, posiblemente sean también de gran tamaño. Pues esto es un error. Para facilitar el control de las porciones, conviene servir la comida en platos medianos y no repetir, es decir, llenar bien ese plato mediano pero siendo conciente de que esa es nuestra medida permitida. Comer despacio y saborearla y SIEMPRE RESPETAR LAS 6 COMIDAS QUE NOS DA LA NUTRICIONISTA…ES FUNDAMENTAL!!!

Por último, para que no se desanimen y tiren todo al diablo antes de empezar, cabe señalar que con el transcurso del tratamiento y el correr de los días el estomago se va achicando, lo cual tiene un pro y una contra.
El pro es que cada vez pide menos comida (nos saciamos con más facilidad) y la contra es que tiene memoria, por consiguiente: Puede recuperar fácilmente su tamaño, volver a pedir más comida, de ahí que esto es una enfermedad que dura para toda la vida.

Espero que les sirva!!!

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